El diseño de productos es el proceso estratégico de identificar los problemas de los usuarios y crear soluciones cuyo uso sea práctico y ventajoso. Combina el pensamiento creativo con los objetivos empresariales, lo que garantiza que todas las decisiones de diseño sean útiles tanto para satisfacer las necesidades de los usuarios como para alcanzar las metas de la empresa. 

Un buen responsable de productos no solo se preocupa por la apariencia de estos. Investiga, prueba y perfecciona sus ideas para crear productos que las personas encuentren verdaderamente valiosos. 

En esencia, el diseño de productos cierra la brecha entre lo que los usuarios quieren y lo que es técnica y financieramente factible. Requiere entender el comportamiento humano, la dinámica del mercado y las limitaciones tecnológicas, todo ello sin perder de vista el objetivo final. 

El mejor diseño de productos es aquel que pasa inadvertido para los usuarios, ya que todo funciona tal y como debería.

¿Por qué es importante el diseño de productos?

Un buen diseño de productos incide directamente en el éxito empresarial, ya que permite crear vínculos emocionales entre los usuarios y las marcas. Los clientes se convierten en fieles defensores de los productos que son intuitivos y fáciles de usar. Esto los lleva a recomendarlos a otras personas, lo que promueve el crecimiento orgánico y reduce los costes de adquisición.

Por otro lado, un mal diseño puede arruinar hasta las ideas más innovadoras. Incluso con la tecnología y las funciones de producto más vanguardistas, los productos pueden fracasar si no cuentan con una experiencia de usuario y un diseño sólidos.

¿Qué es un diseñador de productos?

Un diseñador de productos se encarga de todo tipo de tareas y es responsable de supervisar el ciclo de vida completo de un producto, desde la investigación y la concepción hasta la creación de prototipos, las pruebas y el lanzamiento. Este rol debe encontrar el equilibrio entre las necesidades de los usuarios, la viabilidad técnica y las metas empresariales a la hora de crear soluciones que sean tanto funcionales como valiosas.

Para convertirte en diseñador de productos, conviene obtener una certificación en diseño de UX/UI y contar con la experiencia adecuada en un sector relacionado. En Estados Unidos, los diseñadores de productos suelen ganar entre 90 000 y 120 000 dólares al año, según el título y el nivel de experiencia.

Diferencias entre diseño de productos y de la experiencia de usuario

Aunque el diseño de productos y de la experiencia de usuario tienden a solaparse, cada uno sirve para una cosa diferente. El diseño de la experiencia de usuario se centra específicamente en la forma en que los usuarios interactúan y experimentan un producto. Además, esta disciplina se centra en la usabilidad, la arquitectura de la información y los flujos de usuario. 

El diseño de productos va más allá, puesto que no solo abarca la experiencia de usuario sino también la estrategia empresarial, las limitaciones técnicas, el posicionamiento en el mercado y los aspectos clave en torno a la gestión de los productos. 

Aunque un diseñador de experiencia de usuario puede perfeccionar la forma en que los usuarios gestionan un proceso de pago, un diseñador de productos también tendría en cuenta si este proceso encaja con el modelo de negocio y la identidad de marca de la empresa.

Estos principios fundamentales determinan la eficacia del diseño de los productos. Además, ayudan a crear soluciones que sean realmente útiles para los usuarios y con las que puedan lograr los objetivos empresariales:

1. Diseño centrado en el usuario

Poner a tus clientes objetivo en el centro de cada decisión de diseño significa entender profundamente sus necesidades, frustraciones y metas antes de crear soluciones. Este enfoque requiere una investigación periódica de los usuarios, probar prototipos con personas reales e iterar en función de los comentarios en lugar de en suposiciones. 

• Ejemplo: Spotify usa funciones como Descubrimiento semanal, que usa los datos de escucha para crear listas de reproducción personalizadas que realmente sorprenden y benefician a los usuarios.

2. Funcionalidad y usabilidad

Los productos deben funcionar de forma fiable y ser fáciles de usar. De lo contrario, incluso el mejor diseño fracasará. Las pruebas de usabilidad regulares muestran en qué puntos los usuarios se atascan y ayudan a las empresas a detectar oportunidades de mejora. 

• Por ejemplo: Airbnb prueba constantemente diferentes versiones de su flujo de reservas para reducir la fricción y aumentar las tasas de conversión.

3. Estética y alineación de marca

El diseño visual influye en la forma en que las personas perciben y confían en un producto incluso antes de probarlo. La estética limpia y profesional es señal de calidad y fiabilidad, mientras que los diseños divertidos pueden transmitir innovación y accesibilidad. 

• Ejemplo: Apple usa constantemente líneas limpias y materiales de primera calidad, e incluye detalles sutiles en todos los productos para crear una experiencia de marca reconocible que ofrece precios superiores.

4. Sostenibilidad

La conciencia ambiental se ha vuelto cada vez más crucial en el diseño de productos modernos, ya que los consumidores prefieren las marcas que se alinean con sus valores. 

• Ejemplo: Patagonia creó toda su marca en torno a prácticas sostenibles, utilizando materiales reciclados y alentando a los clientes a reparar los productos en lugar de reemplazarlos.

5. Innovación

La resolución creativa de problemas y las nuevas perspectivas ayudan a que los productos destaquen en mercados abarrotados y, al mismo tiempo, abordan las necesidades de los usuarios de nuevas maneras. 

• Ejemplo: Netflix innovó al reconocer que la gente quería entretenimiento bajo demanda en lugar de seguir los horarios de la televisión tradicional, lo que llevó al modelo de streaming que transformó la forma en que consumimos programas de televisión y películas.

Un buen diseño de productos sigue un proceso estructurado que va desde la investigación inicial hasta el lanzamiento final. Estas cinco fases principales proporcionan un marco para convertir las ideas en soluciones listas para el mercado:

Paso 1. Realizar una investigación de mercado y recopilar información sobre los usuarios

La investigación es la base del éxito de todo producto, ya que muestra a las empresas lo que los usuarios realmente necesitan en comparación con lo que creemos que necesitan. Esta fase implica analizar las tendencias del mercado, estudiar a la competencia e interactuar directamente con los usuarios potenciales a través de encuestas, entrevistas y estudios observacionales.

Herramientas como los perfiles de usuario, los mapas de trayectoria y el análisis competitivo ayudan a los equipos a sintetizar los hallazgos en información útil.

Paso 2. Haz una lluvia de ideas, valida los resultados y prioriza ciertos conceptos

Los equipos hacen sesiones de lluvia de ideas estructuradas, en las que identifican posibles soluciones y utilizan técnicas como sprints de diseño, mapas mentales y bocetos rápidos. 

Después de generar los conceptos, los equipos los validan sobre la base de las necesidades de los usuarios y las restricciones empresariales para identificar las direcciones o enfoques más prometedores. Para ello, hacen entrevistas rápidas a los usuarios o evaluaciones de viabilidad técnica.

Paso 3. Crea prototipos para poner a prueba las ideas

La creación de prototipos sirve para materializar los conceptos abstractos y que los equipos puedan poner a prueba las suposiciones antes de invertir en su desarrollo completo. Los prototipos de baja fidelidad, como los bocetos en papel, ayudan a identificar los patrones de interacción rápidamente.

Por otra parte, los prototipos de alta fidelidad, como los modelos interactivos, resultan útiles para poner a prueba elementos específicos del diseño, así como las reacciones de los usuarios.

Paso 4. Ejecutar pruebas e ir ajustando según los resultados

Probar prototipos con usuarios reales revela brechas entre las intenciones de los diseñadores y las realidades de los usuarios. Métodos como las pruebas de facilidad de uso, los experimentos A/B y las versiones beta proporcionan datos sobre lo que funciona y lo que hay que mejorar. 

Las múltiples rondas de pruebas y refinamiento ayudan a los equipos a buscar soluciones que realmente satisfagan las necesidades de los usuarios.

Paso 5. Finaliza las especificaciones de diseño y prepárate para la producción

La fase final convierte los prototipos validados en productos listos para la producción mediante especificaciones detalladas, control de calidad y planificación del lanzamiento. Esto implica trabajar en estrecha colaboración con los equipos de ingeniería para preparar materiales de marketing, experiencias de incorporación de usuarios y documentación de soporte.

Estos materiales serán fundamentales para ti durante todo el proceso de desarrollo del producto. Es por eso que los diseñadores de productos suelen utilizar software de desarrollo de productos especializado para coordinar estas actividades. 

¿Hay algo mejor?

Las herramientas de gestión de productos que aprovechan el poder de la IA, como Rovo, hacen que este proceso sea aún más fluido. Los diseñadores de productos pueden usar las funciones de redacción y resumen de la IA para contextualizar las tareas y los productos rápidamente, de modo que la documentación se vincule a su fuente original.

Los proyectos de diseño de productos casi nunca salen exactamente como se planearon, y no pasa nada. Estos son los obstáculos más comunes que suelen encontrar los equipos y algunas formas prácticas de afrontarlos: 

• Limitaciones de costos y restricciones de presupuesto: estas restricciones a menudo obligan a los equipos a recortar recursos o descartar ideas prometedoras. Para evitarlo, elabora estimaciones de costos detalladas desde las primeras etapas del proceso y establece prioridades claras con las partes interesadas. Utiliza el prototipado para probar funciones costosas de forma económica antes de asignar recursos y considera implementaciones por fases que distribuyan los costos progresivos.

• Incidencias de alineación de las partes interesadas: estos problemas surgen cuando diferentes departamentos tienen prioridades o visiones contradictorias para el producto. Las revisiones periódicas con los equipos interdisciplinarios, la documentación compartida de las decisiones y los motivos, y los canales de comunicación claros ayudan a mantener a todo el mundo coordinado. Los talleres de pensamiento de diseño pueden reunir a las partes interesadas para colaborar en soluciones en lugar de debatir las preferencias.

• Cambio constante de las tendencias del mercado y las expectativas de los usuarios: estos desafíos pueden hacer que el diseño innovador de ayer parezca anticuado antes de su lanzamiento. Mantente a la vanguardia incorporando flexibilidad a tu sistema de diseño, realizando una investigación continua de los usuarios durante el desarrollo y manteniendo una estrecha conexión con los equipos de asistencia al cliente, que son los primeros en escuchar los comentarios. Las metodologías de diseño ágil permiten a los equipos cambiar rápidamente cuando cambian las tendencias.

Gestionar todo el proceso de diseño del producto requiere la coordinación de los datos clave de las investigaciones, las iteraciones de diseño, los comentarios de las partes interesadas y las entregas de desarrollo atendiendo a los diferentes miembros del equipo y plazos.

Jira Product Discovery es una plataforma centralizada en la que los equipos recopilan ideas, priorizan las funciones y monitorizan el progreso desde el concepto inicial hasta el lanzamiento. Intégrate a la perfección con los flujos de trabajo existentes de gestión de productos ágil y, al mismo tiempo, proporciona visibilidad sobre cómo los objetivos empresariales y las necesidades de los usuarios influyen en las decisiones de diseño.

Empieza por ayudar a los equipos a evitar los errores más comunes, como perder la noción de los conocimientos de la investigación, duplicar la actividad o desviarse de la estrategia de desarrollo de productos. Conecta las actividades de diseño con las hojas de ruta de los productos y las métricas de éxito para que los equipos puedan tomar mejores decisiones sobre a qué dedicar su tiempo. 

El resultado es un diseño de producto más rápido y eficaz que ofrece valor de manera constante tanto a los usuarios como a la empresa.

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