Aunque la lluvia de ideas es una iniciativa organizada para que tu equipo sobrepase los límites, también debería ser un rato agradable. Añade un par de técnicas creativas para incorporar algún elemento lúdico al proceso. A continuación, te dejamos algunas ideas.
1. Lluvia de ideas disruptiva
Puedes hacer esto: en equipo
Material necesario:
- Tarjetas disruptoras
- Pizarra
- Rotuladores
- Notas adhesivas
- Cronómetro
Funcionamiento: la lluvia de ideas disruptiva es una gran herramienta para generar tantas ideas como sea posible y, después, encontrar las mejores teniendo en cuenta una serie de restricciones.
Hay muchas cosas que hacer (y puedes obtener el resumen completo en este manual de estrategias), pero lo principal es que dividas a tu equipo en grupos, y que cada grupo haga una lluvia de ideas lo más fructífera posible sobre un tema. Por ejemplo: “¿Cómo podemos aumentar las inscripciones a nuestra lista de boletines?” Los grupos escribirán sus ideas en notas rápidas y las colgarán en su pizarra.
Después, cada persona recorrerá la sala, se acercará a la pizarra de cada grupo y eliminará las ideas que no apoya. Es decir, literalmente, las tirarán al suelo.
A partir de ahí, pasaréis a ciclos de lluvia de ideas disruptivas que durarán 10 minutos cada uno. Añadirás nuevas tarjetas de interrupción, moverás a los miembros del equipo entre los diferentes grupos y propondrás tantas ideas como sea posible teniendo en cuenta las limitaciones dictadas por la tarjeta de interrupción. Por ejemplo, si sale la tarjeta de interrupción de “acceso limitado” (que apoya la idea de que a la gente le gusta la exclusividad), ¿cómo se puede hacer que los boletines sean más selectivos? ¿Debería plantearse una suscripción de pago? ¿Deberían ofrecerse descuentos o contenidos que nadie más consiga?
Una vez hecho esto, vuelve a examinar todas las ideas. Es divertido, se centra en el equipo y hace que las personas se muevan, en lugar de quedarse dormidas en la mesa de la sala de conferencias.
2. Deseo
Puedes hacer esto: solo o en equipo
Material necesario:
Funcionamiento: una de las características de la lluvia de ideas es que te da la oportunidad de pensar más allá de las limitaciones e imaginar las soluciones más anheladas de los problemas; ya sabes, si los recursos y el presupuesto no fueran un problema.
En eso consiste la técnica del deseo: en alcanzar las estrellas. Por ejemplo, si estás planificando el almuerzo anual con los clientes, ¿cuál sería tu lugar soñado? (en la parte más alta del Empire State Building) ¿Con quién te gustaría charlar? (Michelle Obama) ¿Qué servirías de comida? (filete de Kobe) ¡Adelante! Sueña a lo grande.
Cuando todos tengáis vuestros deseos, compartidlos con el grupo y hablad de por qué vuestras ideas no son tan descabelladas. ¿Cómo podríais hacerlas realidad? Puede que te sorprenda lo que se te ocurra.
3. Conexiones forzosas
Puedes hacer esto: en equipo
Material necesario:
- Objetos aleatorios
- Lápices
- Papel
Funcionamiento: a veces, basta con hacer que las neuronas de tu equipo se pongan en marcha, aunque lo que hagan no tenga nada que ver con el objetivo final o el proyecto.
Prueba esto: lleva una bolsa de objetos aleatorios a tu próxima sesión de lluvia de ideas. Selecciona dos o más elementos y reta al equipo a pensar en todas las formas en que esas cosas podrían estar relacionadas entre sí.
Puede que nada tenga que ver con nada. Sin embargo, averiguar cómo un paraguas podría estar relacionado con la hierba gatera seguramente despertará el lado imaginativo de tu equipo.
4. Redacción de ideas en equipo
Puedes hacer esto: en equipo
Material necesario:
Funcionamiento: puedes pensar en esta técnica de lluvia de ideas como una especie de gran juego del teléfono escacharrado. Cada miembro del equipo escribe ideas en un papel.
Pasa esos papeles y haz que cada persona añada sus propias ideas basándose en la idea original. Una vez que el papel haya pasado por todos los integrantes, es el momento de debatir.
Este tipo de formato de lluvia de ideas no solo es divertido por ver lo que se le ocurre a cada uno y cómo se basan unas ideas en otras, sino también porque da a todo el mundo la oportunidad de participar activamente, da igual si son personas introvertidas o extrovertidas.
5. Juego de roles
Puedes hacer esto: en equipo
Material necesario:
- Bolsa o sombrero
- Papelitos
- Lápiz
Funcionamiento: la naturaleza humana nos lleva a quedarnos atascados en nuestras propias perspectivas, pero los juegos de roles pueden ayudarte a pensar en las cosas de otra manera al ponerte en el lugar de otra persona.
Lleva un sombrero o una bolsa llena de trozos de papel a tu próxima sesión de lluvia de ideas. En cada papelito, escribe el nombre de alguien. Pueden ser nombres de clientes, de miembros del consejo de administración, de famosos o de personajes históricos, entre otros.
Haz que cada persona saque un papel y pídeles que aporten ideas como si fueran las personas que aparecen escritas en él. ¿Cómo podría Abraham Lincoln aumentar las descargas de aplicaciones de pago? ¿Y Oprah? Es una forma estupenda de alejarse de los propios prejuicios y dar un giro radical a las cosas.
6. Lluvia de ideas del tipo “qué pasaría si”
Puedes hacer esto: solo o en equipo
Material necesario:
Funcionamiento: a veces, solo hace falta darse un respiro; tener un momento para pensar en una situación de forma totalmente diferente.
Es entonces cuando hay que hacer un montón de preguntas hipotéticas del tipo “¿Y si...?”. Por ejemplo, ¿y si el problema fuera peor? O, ¿y si le ocurriera a otro equipo? O, ¿y si ocurriera en un momento totalmente diferente? ¿Y si no ocurriera nada?
Mantener una conversación abierta sobre este tipo de cuestiones puede fomentar la búsqueda de soluciones innovadoras y evitar que el equipo se quede atascado en sus propias opiniones.
7. Juegos de improvisación
Puedes hacer esto: en equipo
Material necesario:
- Depende del juego elegido
Funcionamiento: tal vez solo necesites conseguir que los cerebros de tu equipo se preparen, estén listos para trabajar y se acostumbren a pensar rápido. Los juegos de improvisación son una forma desenfadada y, a menudo, divertida de conseguir que tu equipo se abra.
Prueba estas ideas: cuenta una historia palabra por palabra en torno a un círculo. O bien juega al “retrato de familia”, donde los grupos tienen 10 segundos para posar para un retrato familiar basándose en una indicación, por ejemplo, como una familia de gimnastas, o algo igual de ridículo. O también puedes asignar a las personas personajes para que representen una situación y, luego, pedirles a todos que cambien de personaje cada vez que alguien grite “¡Cambio!”.
Consulta más juegos de improvisación que probar con tu equipo.
Incluso algo tan simple como hacer que los miembros del equipo comiencen la sesión con una historia embarazosa puede poner a tu equipo en el estado mental adecuado para comenzar a compartir abiertamente algunas ideas nuevas.